martes, 7 de julio de 2020

¿Qué podemos hacer?


Como empleada pública de una Administración Local, soy una persona joven, preparada y creo que con las “gafas violetas” puestas (aunque a veces, también las olvido). Vengo a decir esto, sin ánimo de ser arrogante, porque entrar en una Administración local supone encontrarse con personas mayores que tú (por regla general), varones, asentados en una estructura rígida y con excesivas cotas de poder.

Llevo menos de un año en la Administración pública. Quizás (estoy segura) no todas funcionen así. Me he encontrado muchas situaciones en las que se han dirigido a mis compañeros cuando la idea ha salido de mí. He visto como, a veces, cuestionan mi trabajo por el simple hecho de ser cómo soy y por ser mujer. Huelo el machismo en muchos rincones de la oficina y en alguna que otra reunión que he tenido.

Vengo a decir todo esto porque yo he decidido acabar con el machismo en mi Administración Pública y creo que esa es la mejor postura que podamos tener como servidores públicos. Debemos perder el miedo a denunciar situaciones machistas, violentas o incómodas.
No obstante, cada uno tenemos un punto de responsabilidad individual sin la cual el objetivo común que perseguimos (con este curso) no podrá llevarse a cabo. Así que estoy segura que con las herramientas adecuadas (formación, contactos, capacidad de decisión…) podremos conseguir avanzar hacia una sociedad más igualitaria.

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